
El inesperado resultado de las elecciones legislativas lógicamente estableció ganadores y perdedores. Ahora bien, estamos seguros quienes perdieron y quienes ganaron?
La lectura simple es que el derrotado es el gobierno. ¿Pero esto es tan así?
Quienes perdieron fueron los sueños, los sueños de construir un país mejor, con oportunidad de igualdades para todos. Los sueños de una sociedad donde los poderosos no vivan a costa del esfuerzo de los laburantes.
¿Que político puede tener valor para enfrentar a los grandes poderes después de lo que se vivió en la Argentina desde hace un poco más de un año?
Cuando se intentó enfrentar a los grandes grupos sojeros y luchar contra el mono cultivo vimos lo que pasó y como quedó debilitado el gobierno. Se quiso enfrentar al grupo Clarín y vimos el resultado de las elecciones de ayer.
Los ganadores son los que apuestan a un modelo de exclusión donde la ganancia sea para unos pocos, donde el gobierno de turno sea el garante de sus negocios y negociados. Macri se enriqueció gracias a los contratos que sus empresas lograron con el estado en plena época del proceso y luego con los gobiernos de Alfonsin y Menem. Como olvidar el desastre que hizo en el correo, el estado en el que lo dejó y la plata que nunca abonó del canon.
Una nube negra se posa sobre el país nuevamente. Los 90 están a la vuelta de la esquina. No deberíamos olvidar la desocupación record, los $ 140 a los jubilados y el endeudamiento eterno. No deberíamos olvidar el fin del trabajo para los mayores de 45 años y el crecimiento de la marginalidad. La clase media preocupada por la seguridad es gran culpable de votar a quienes generan y generaron una fabrica de delincuentes.
De Narváez un tipo que se presenta para diputado diciendo que tiene un plan y se ofrece como alternativa nueva, es el mismo que iba a ser ministro de Menem en 2003 y lo que es peor, ya es diputado y no presentó un solo proyecto además de ser el que tiene el record de inasistencias. Pero sin embargo muchos optaron por el. Son los mismos que estaban culo para arriba hace unos años y hoy recuperados se olvidan de lo que pasó en la Argentina.
El gobierno nacional tendrá que hacer una fuerte autocrítica y tratar de profundizar todos los cambios que se puedan. Dar una batalla interna para que el partido justicialista no vuelva a caer en manos de la mafia duhaldista. Dentro del análisis no hay que dejar pasar un dato no menor, paradójicamente las elecciones de ayer no se perdieron por las cosas que se hicieron mal, sino por las que se hicieron bien. Se perdió porque los aciertos que tuvo el gobierno son en gran medida hechos que afectan intereses poderosos que no dudaron un instante en poner toda su maquinaria de propaganda al servicio de quienes los representan.
Ulianov
Mesa de conducción
ACLARACIÓN: Esta editorial solo manifiesta el pensamiento de quien la escribe.
A los que escriben boludeces no se las vamos a publicar.